En un mundo donde las decisiones financieras tienen repercusiones significativas en la sociedad y el medio ambiente, el concepto de inversiones con impacto ha cobrado relevancia. Durante una de las Charlas bajo el árbol en la Bioferia 2025, expertos discutieron cómo muchas personas, al invertir, pueden estar financiando empresas que contradicen sus propios valores.
Matías Nicolini, director del Instituto Baikal, planteó una pregunta crucial: ¿Por qué no podemos invertir en iniciativas que no solo generen rentabilidad económica, sino que también aporten al bienestar social y ambiental?. Esta reflexión destaca una tendencia creciente hacia la inversión consciente, donde los inversores buscan alinear sus carteras con sus principios éticos.
La Dicotomía de las Inversiones Tradicionales
Juan Polledo, de ojoalpollo.com, enfatizó que al invertir en índices como el SP 500, muchas personas sin darse cuenta están respaldando industrias que pueden ser moralmente cuestionables, como las armamentistas o tabacaleras. Esto ha llevado a una creciente conciencia sobre la necesidad de elegir inversiones que estén en sintonía con los valores personales.
Transformaciones Personales y Proyectos Sociales
La experiencia de Polledo es un claro ejemplo de esta búsqueda. Tras años trabajando en el ámbito ambiental, decidió evaluar cómo estaba invirtiendo su dinero. Al descubrir que sus fondos estaban apoyando prácticas que no aprobaba, optó por cambiar su enfoque hacia opciones más éticas, lo que lo llevó a descubrir la Banca Ética y organizaciones de impacto positivo.
Matías Nicolini también compartió su camino personal. Después de trabajar en la construcción, se sintió motivado a abordar problemas sociales y decidió fundar Módulo Sanitario, una organización que ha proporcionado más de 1500 baños a familias necesitadas en Argentina. Este esfuerzo ha demostrado que es posible combinar el deseo de generar beneficios con la necesidad de hacer el bien.
El Rol de las Empresas de Triple Impacto
Ricky Minicucci, fundador de Trasa, mencionó que su organización está transitando de inversiones tradicionales a aquellas con un propósito social y ambiental. Con proyectos que abarcan desde la ganadería regenerativa hasta producciones cinematográficas, Trasa está a la vanguardia de la inversión con impacto.
Rentabilidad y Responsabilidad Social
Tanto Minicucci como Polledo y Nicolini coinciden en que las inversiones con impacto no requieren renunciar a la rentabilidad. Se trata de generar beneficios mientras se apoya a iniciativas que promuevan un cambio positivo en la sociedad y el medio ambiente. Este enfoque permite a los inversores no solo obtener beneficios económicos, sino también contribuir a un mundo más sostenible.
Este diálogo en la Bioferia fue parte de un esfuerzo más amplio por promover la sustentabilidad y el consumo responsable, reflejando una creciente conciencia sobre el impacto que nuestras decisiones financieras pueden tener en el futuro del planeta. ¿Estás listo para considerar cómo tus inversiones pueden alinearse con tus valores y contribuir al bien común?
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